Todo fin llega en su momento, y creo que este es el fin. El fin de una etapa en sus vidas. Creo yo, la más bonita de todas. La que deben de recordar con más cariño. Cuando no eran ni niños, ni adultos. Cuando tenían que tomar decisiones importantes, pero todavía querían ser salvados por sus padres. El tiempo de enamorarse y también de desilusionarse. El tiempo de decidir si continuar estudiando o bien independizarse de sus padres y ponerse a trabajar. El recordar a los cuates y a las amigas y de las borracheras que se ponían en las fiestas del fin de semana. El hacer la tarea el domingo en la noche antes de entregarla. De soportar a los maestros barcos y a los muy exigentes.
Termina una etapa pero comienza otra, que deben ver con optimismo y con esperanza de que todo a partir de ahora será excelente y que dependerá de lo que ustedes realmente quieran que sea. Ya no de sus padres, ni de sus maestros, nada más de ustedes. Han recibido consejos, advertencias, sugerencias de todos los que los queremos, pero ahora depende únicamente de sus decisiones que tomarán a partir del último día que pisen esta escuela, que aunque no muy buena, ni muy bonita, pero su escuela, al fin y al cabo.
De mi parte les deseo todo lo mejor, mucho éxito, mucha esperanza y lo único que les pido, si es que les deje algo mínimo en sus vidas, es que se acuerden que son muy importantes para mí y por lo tanto deseo que les vaya "super" de ahora en adelante. Triunfe, enamorense, gocen, sean ustedes.
Los quiero a todos. Buena Suerte "mis niños y niñas".
Su profesora y amiga Anabel Castro.